Apnea del sueño y pérdida de peso
El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) tiene una buena respuesta a la pérdida de peso. Puede valorarse la retirada del dispositivo de CPAP en aquellos pacientes que mantienen pérdidas de peso superiores al 10% del índice de masa corporal ( IMC).
El síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) se produce por la oclusión intermitente y repetitiva de la vía aérea superior durante el sueño, lo que origina una interrupción completa (apnea) o parcial (hipopnea) del flujo aéreo.
Desde un punto de vista clínico el SAOS se caracteriza por la triada hipersomnia diurna, ronquidos y pausas de apnea referidas por el cónyuge.
La reiteración de los despertares subconscientes al final de cada apnea se mantiene durante toda la noche y da lugar a la fragmentación del sueño que origina importantes manifestaciones neuropsiquiátricas con trastornos de la conducta y de la personalidad (síndrome depresivo, irritabilidad, paranoia, etc.), la pérdida de memoria, el deterioro intelectual y la disminución de la habilidad motora y de la destreza perceptiva. Pudiendo ser causa de causa de incapacidad laboral y de accidentes laborales y de tráfico.
Las apneas obstructivas también pueden ocasionar importantes alteraciones en el intercambio gaseoso intrapulmonar, que a su vez son responsables del mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y vasculocerebrales.
La trascendencia de estas alteraciones es indudable en el caso de la hipertensión arterial, cuya prevalencia en el SAOS supera claramente a la encontrada en la población normal. De forma similar, en estos enfermos también es mayor la incidencia de arritmias cardíacas y de muerte súbita nocturna. La cefalea matutina, asimismo bastante frecuente esta ocasionada por la hipercapnia.
En el SAOS suelen observarse alteraciones endocrinas diversas, como la disminución de la libido y la impotencia sexual, que parecen tener su origen en una menor secreción nocturna de testosterona. La nicturia, muy frecuente e intensa en esta enfermedad.
Diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño
Los criterios polisomnográficos habitualmente aceptados para establecer el diagnóstico de un SAOS se basan en los índices de apnea y de apnea-hipopnea que deben ser superiores a cinco o a diez, respectivamente, siempre y cuando se acompañen de un cuadro clínico compatible.
La polisomnografia (PSG) nocturna en el laboratorio es la herramienta ideal para determinar el grado óptimo de presión positiva en la vía aérea. La presión inicial recomendada para la titulación es de 4 cmH2 O, que se incrementa en forma progresiva hasta determinar la presión terapéutica. La presión máxima recomendada en adultos es de 20 cmH2 O
Tratamiento en la apnea obstructiva del sueño
Aunque el uso del CPAP es la terapia inicial recomendada en pacientes con diagnóstico de SAOS existen tratamientos complementarios que contribuyen a la mejora de la enfermedad.
Estas estrategias incluyen pérdida de peso idealmente hasta lograr un IMC ≤ 25 kg/m2 , la actividad física , terapia posicional y evitar el consumo de alcohol y el uso de sedantes antes de dormir.
Las dietas encaminadas a la pérdida de peso en obesos deben realizarse por equipos multidisciplinares y realizarse a largo plazo para conseguir resultados de pérdida de peso mantenidos. En caso de no ser efectivas, la cirugía bariátrica es un tratamiento indicado y efectivo para la perder peso en pacientes con obesidad mórbida o con menores grados de obesidad que tengan comorbilidades y tras el fracaso de dietas. La cirugía bariátrica se estima como un manejo conjunto con terapias de primera línea como el CPAP, en pacientes que cumplan los criterios para ser llevados a este tipo de intervención.
El SAOS es otro motivo de indicación para cirugía bariátrica cuando la CPAP no es eficaz y la comorbilidad es importante.
Tras una pérdida sustancial de peso (un mínimo del 10% o más de IMC), se debe realizar seguimiento con PSG para determinar si aún necesita tratamiento, o si se debe modificar la presión del dispositivo CPAP