Preparación para la cirugía de la obesidad.
Antes de llegar a la cirugía, hay que tomar la decisión. Muchas personas han realizado múltiples dietas para llegar al momento en el que se toma la decisión de acceder y plantearse una cirugía. Es evidente que frente a la obesidad severa o mórbida, la dieta no obtiene los resultados deseados y provoca el consiguiente abandono de la misma.
Por los múltiples trabajos publicados, sabemos que conseguir pérdidas de peso importantes y mantenidas en el tiempo en estos grados de obesidad sólo es posible con la ayuda de la cirugía.
Valoración para la cirugía de la obesidad
En la consulta se realiza una entrevista con un experto en procedimientos bariátricos, con la finalidad de conocer a la persona y su “historia en la obesidad”.
Aunque hay múltiples preguntas a contestar en la entrevista, se pretende establecer la mejor indicación ajustada a las características de los pacientes y sobre todo descartar algún tipo de contraindicación.
Como es obvio se realizan todos los estudios preoperatorios pertinentes y se concierta una cita para la valoración anestésica y se inicia el proceso de la intervención. Cuando ya estamos en las condiciones adecuadas se propone la preparación para la cirugía.
Y finalmente, se inicia la preparación previa a la cirugía
La preparación previa a una cirugía bariátrica puede variar dependiendo de las recomendaciones específicas del tipo de cirugía que se va a realizar.
Antes de la cirugía es recomendable dejar de fumar. Fumar puede aumentar el riesgo de complicaciones durante la cirugía y retrasar la recuperación después de la misma.
Se ha observado que la preparación preoperatoria con dietas hiperproteicas y de muy bajo contenido calórico consiguen reducir el tamaño del volumen hepático y la grasa visceral.
El planteamiento general, a pesar de existir indicación de cirugía y fecha de intervención, debe atender a las recomendaciones generales de una alimentación hipocalórica estándar indicada para los pacientes obesos.
Con este planteamiento dietético, si no es posible la pérdida parcial del exceso de peso, la intención debe ser que no continúen ganando kilos antes de la cirugía.
Para reducir las posibles complicaciones médico-quirúrgicas asociadas a la obesidad, la periodicidad de la atención médica-nutricional-psicológica continuada debe durante todo el proceso es útil en este tratamiento previo y debe revisarse la adherencia al mismo antes del momento de la cirugía, para confirmar que el paciente tendrá una buena adecuación del peso tras la cirugía pierda peso – dentro de lo posible-.
La disminución del volumen hepático
La preparación preoperatoria con dietas hiperproteicas y de muy bajo contenido calórico consiguen reducir de manera ostensible el tamaño del volumen hepático y la grasa visceral, permitiendo que la cirugía sea de menor duración y menos costosa de realizar. Además contribuyen a que el estómago tenga una cierta flacidez y permita una mayor adherencia de la sutura mecánica.
El porcentaje de reducción del volumen hepático es proporcional a su tamaño inicial y se relaciona con la infiltración grasa. El 80% de ésta reducción del volumen hepático se alcanza tras 2 semanas de tratamiento y progresa hasta las 8 semanas. Debe considerarse el periodo mínimo de adhesión a las recomendaciones dietéticas de 2 semanas.
Disminución del riesgo de la cirugía
La preparación preoperatoria ha demostrado disminuir notablemente las dificultades técnicas de la operación, y con ello posibles complicaciones quirúrgicas y riesgos derivados de la misma.