Artropatia en la obesidad por la sobrecarga articular
En la obesidad existe un incremento de la prevalencia de osteoartrosis de rodilla debido al peso que soportan estas articulaciones por el incremento en la carga mecánica.
La osteoartrosis se caracteriza por cambios en el metabolismo del cartílago que culmina en su degradación a la que se asocia una afectación del hueso subcondral, con formación de hueso nuevo en la superficie articular (osteofitos). El resultado final es daño funcional de la articulación, inestabilidad y dolor. La osteoartrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones de la rodilla y puede ser muy dolorosa e incapacitante.
Mecanismos fisiopatológicos para desarrollar osteoartrosis en la obesidad.
La osteoartrosis de rodilla es una enfermedad degenerativa de las articulaciones que afecta el cartílago articular, el hueso subcondral y otros tejidos de la articulación. La obesidad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de artrosis de rodilla, y se cree que se debe a varios mecanismos fisiopatológicos, incluyendo los siguientes:
- Sobrecarga mecánica: El exceso de peso corporal ejerce una carga adicional sobre las rodillas, lo que puede causar un desgaste excesivo del cartílago articular y aumentar el riesgo de desarrollar artrosis de rodilla.
- Inflamación: La obesidad se ha relacionado con una mayor inflamación en el cuerpo, y algunos estudios sugieren que esta inflamación puede contribuir a la degeneración del cartílago articular.
- Alteraciones metabólicas: La obesidad se asocia con cambios metabólicos que pueden afectar negativamente la salud del cartílago articular. Por ejemplo, la obesidad puede provocar una resistencia a la insulina, que se ha relacionado con un mayor riesgo de artrosis de rodilla.
- Cambios hormonales: La obesidad se ha relacionado con cambios en los niveles de ciertas hormonas, como el estrógeno, que pueden afectar la salud del cartílago articular.
- Cambios biomecánicos: La obesidad puede alterar la biomecánica de la rodilla, lo que puede provocar una carga desigual en las diferentes áreas de la articulación y aumentar el riesgo de artrosis de rodilla.
Prevalencia de la artropatia en el paciente obeso
Leach y cols. (1973) encontraron que hasta 83% de las mujeres con osteoartosis de rodilla eran obesas comparadas con el 42% del grupo con normopeso.
Ettinger y cols. (1994) y Coggon y cols. (2001), determinaron que cuando el índice de masa corporal (IMC) ≥ 30 kg/m2, el riesgo de Osteoartrosis de rodillas era de 4.2 y 6.8 veces respectivamente más que los pacientes con peso normal, lo que se asociaba a un riesgo elevado de discapacidad.
La osteoartropatía en personas obesas puede estar relacionada con la sobrecarga mecánica en las articulaciones y los cambios hormonales asociados con la obesidad. Los estudios indican que la prevalencia de la osteoartropatía en personas obesas es mayor en comparación con la población general.
Según una revisión sistemática y metaanálisis de 2020, la prevalencia de la osteoartrosis en personas obesas fue del 44,3%, mientras que en personas no obesas fue del 21,1%. Además, la osteoartrosis de la rodilla es una de las formas más comunes de osteoartropatía en personas obesas, con una mayor incidencia en personas con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30.
La osteoartrosis en personas obesas puede ser especialmente problemática ya que puede conducir a una mayor discapacidad y limitaciones en la actividad física. Por lo tanto, el tratamiento temprano y la prevención de la progresión de la enfermedad son esenciales en estas personas.
Tratamiento de la osteoartrosis.
El tratamiento de la osteoartrosis de rodilla se centra en aliviar el dolor y mejorar la función de la articulación afectada. Aquí te presento algunas opciones de tratamiento:
- Medicamentos: Los analgésicos y los antiinflamatorios no esteroides (AINE) se utilizan para reducir el dolor y la inflamación en la articulación. También se pueden prescribir cremas o geles antiinflamatorios tópicos.
- Fisioterapia: La fisioterapia puede ayudar a mejorar la fuerza muscular y la flexibilidad, reducir el dolor y mejorar la función de la rodilla.
- Terapia de calor o frío: La aplicación de calor o frío en la articulación puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
- Inyecciones de ácido hialurónico o corticosteroides: Estas inyecciones pueden proporcionar alivio temporal del dolor y la inflamación en la articulación.
- Cirugía: En casos graves, se puede recomendar la cirugía para reparar o reemplazar la articulación afectada.
Por supuesto, en caso de presentar sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso puede reducir la presión sobre la rodilla y aliviar el dolor.