La diabetes es una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se estima que más de 420 millones de personas tienen diabetes en todo el mundo, y este número sigue aumentando. La diabetes se considera una «pandemia silenciosa» porque muchos de los que la tienen no saben que la padecen.
La diabetes es una enfermedad en la que el cuerpo no puede producir suficiente insulina o no puede utilizarla correctamente. La insulina es una hormona que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre. Cuando el cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza correctamente, los niveles de azúcar en la sangre pueden aumentar, lo que puede provocar una serie de complicaciones de salud graves, como enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares, problemas de visión y daño renal.
La diabetes tipo 2 es la forma más común de diabetes, y se asocia con factores de riesgo como el sobrepeso y la obesidad, la falta de actividad física, la edad avanzada y la historia familiar de diabetes. La diabetes tipo 1, que es menos común, se desarrolla cuando el sistema inmunológico del cuerpo destruye las células productoras de insulina en el páncreas.
La detección temprana y el tratamiento adecuado de la diabetes son fundamentales para prevenir complicaciones de salud graves. Las pruebas de detección de la diabetes son simples y generalmente se realizan a través de análisis de sangre para medir los niveles de azúcar en la sangre. Si se diagnostica diabetes, es importante trabajar con un médico para desarrollar un plan de tratamiento personalizado que incluya cambios en el estilo de vida como una dieta saludable y la actividad física, y, en algunos casos, medicamentos para controlar los niveles de azúcar en la sangre.
Hay varios motivos que centran a la Diabetes Mellitus como foco de atención y fuente de noticias permanente. El primero es el elevado número de personas afectadas, no en vano es calificada como la pandemia silenciosa del siglo XXI. La diabetes muestra un crecimiento exponencial: a nivel mundial afecta actualmente a unas 300 millones de personas entre los 20 y 79 años, que se calcula en unos 500 millones para 2030.
Con una particularidad, este crecimiento será mayor en los países en vías de desarrollo y subdesarrollados, relacionado con los movimientos migratorios hacia las grandes urbes, la industrialización, el incremento de la obesidad, el sedentarismo, la occidentalización de los hábitos alimentario o lo que algunos llamamos la «coca-colonización».
Otra cuestión que focaliza su interés es el incremento de afectados con la edad, que puede ser superior al 50% de los mayores de 75 años, de mayor relieve si consideramos el actual envejecimiento de las sociedades industrializadas y en vías de desarrollo.
Por otra parte, la diabetes es el prototipo de enfermedad crónica, desde el punto de vista médico representa un modelo acelerado de envejecimiento, precisa de una atención continua y permanente, global y multiprofesional con unos altos costes sociales y económicos a nivel personal y social, consumiendo muchos recursos sanitarios.
No hay duda de que en la prevención está el valor más positivo y esperanzador del futuro de la diabetes mellitus si queremos reducir estas cifras y proteger la salud de las futuras generaciones.
Cirugía metabólica
Los logros de la cirugía metabólica (cirugía a nivel de estómago e intestino para modificar la capacidad digestiva o el tránsito de los alimentos) en la obesidad y respecto a la diabetes han sido espectaculares y han demostrado ser muy eficaz para conseguir la remisión completa o parcial de la diabetes.
Para garantizar los mejores resultados de este tipo de cirugía es imprescindible la correcta selección y preparación del paciente por un equipo multiprofesional especialmente dedicado a estas técnicas, y la implicación de por vida del paciente para mantener los estilos de vida saludables que le impidan retornar a la situación original de obesidad y/o diabetes.
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