La introducción del omeprazol, a finales de la década de 1980, supuso un avance espectacular en el control de las úlceras gástricas y duodenales. Fármacos anteriores como los antiácidos o la cimetidina y la ranitidina, no conseguían controlar estas enfermedades ulcerosas que en muchas ocasiones requieran cirugías de urgencia por presentar complicaciones (perforaciones, hemorragias, etc).
En los últimos cuatro años, se han publicado investigaciones sobre la asociación entre inhibidores de bomba de protones (IBPs) y fracturas por osteoporosis. Algunos de estos estudios han sido ampliadamente divulgados y comentados y han suscitado alarma entre médicos y pacientes.
En España 85 personas de cada 1.000 están tomando omeprazol o un derivado, un 70% por encima de la media europea.
El ácido gástrico podría ser importante en la absorción de calcio insoluble. Uno de los mecanismos que explicaría el riesgo incrementado de fracturas en pacientes que reciben omeprazol a largo plazo sería la reducción en la absorción de calcio, que induciría al aumento de los niveles circulantes de hormona paratiroidea (PTH) en respuesta a la hipocalcemia y por ello a la resorción ósea por osteoclastos, ocasionando pérdida de hueso y aumento del riesgo de fracturas.
La primera evidencia del incremento en el riesgo de fracturas con el uso de omeprazol fue un estudio sobre 150.000 pacientes publicado en el Reino Unido. En este trabajo hubo 13.556 fracturas de cadera. Los autores encontraron que la terapia con IBPs por más de un año era un factor de riesgo para fractura de cadera y que este riesgo era dosis-dependiente. Recientemente ha sido publicado un estudio prospectivo que confirma los hallazgos observados. En este nuevo estudio, 1.221 mujeres menopáusicas fueron seguidas durante 6 años y se encontró, en aquellas que recibían omeprazol, tenían una incidencia de fractura vertebral de 1,89 por 100 personas-año comparado con 0,60 por 100 personas-años en aquellas que no recibieron el medicamento. En el análisis multivariante indicó que el consumo de omeprazol fue un predictor independiente de fracturas vertebrales.
Otros mecanismos que pueden ayudar a explicar el efecto de osteoporótico del omeprazol es la depleción de vitamina B12. Recientemente se ha demostrado en pacientes mayores de 65 años que toman crónicamente IBPs presentan niveles séricos disminuidos de vitamina B12. La depleción de los niveles de vitamina B12 se asocia con elevación de los niveles de homocisteína, la cual es un factor predictivo de fracturas en pacientes adultos mayores.
Según estos estudios epidemiológicos consultados parece que se relaciona el consumo crónico de omeprazol con un mayor riesgo de osteoporosis, sin embargo, mientras no exista mayor evidencia científica, se recomienda seguir utilizando el fármaco en las indicaciones correctas siguiendo el criterio médico.
Bibliografía:
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Roux C, Briot K, Gossec L, Kolta S, Blenk T, Felsenberg D, et al. Increase in vertebral fracture risk in postmenopausal women using omeprazole. Calcif Tissue Int 2009; 84: 13-9.
Efectos adversos a largo plazo de los inhibidores de la bomba de protones. Perspectiva desde la medicina basada en la evidencia. Jaime A. Cardona-Ospina, MD,1,2 Diego Alejandro Medina-Morales, MD,1 Alfonso J. Rodríguez-Morales, MD, MSc,2 Jorge E. Machado-Alba, MD, MSc, PhD.3