Obesidad y efectos de los antidepresivos.
Algunos antidepresivos pueden contribuir al aumento de peso y la obesidad. Existen tres grupos de antidepresicos que se sabe que tienen un efecto sobre el peso incluyen:
- los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), como el citalopram, la fluoxetina (Prozac®) y la sertralina (Sertralina®), pueden causar un aumento de peso en algunas personas, aunque los estudios han demostrado que este efecto es menos común que con otros antidepresivos.
- los antidepresivos tricíclicos (ATC), como la amitriptilina (Tryptizol®, Mutabase®, Nobritol®) y la nortriptilina, pueden aumentar el apetito y la ganancia de peso en algunas personas.
- y los inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO). Los IMAO, como la fenelzina y la tranilcipromina, también pueden aumentar el apetito y el peso corporal.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las personas que toman antidepresivos experimentarán un aumento de peso. Además, los beneficios del tratamiento con antidepresivos a menudo superan los riesgos de efectos secundarios como el aumento de peso.
¿Cuál es el mecanismo de acción de los antidepresivos?
De los tres grupos de antidepresivos, el tipo más común recetado son los del grupo ISRS. Estos fármacos evitan que las neuronas absorban la neurotransmisora serotonina, de manera que una mayor cantidad de esa sustancia química flote en el cerebro.
En un principio, los expertos creían que la depresión se debía a un desequilibrio químico por niveles bajos de los neurotransmisores en el cerebro, en parte porque el primer fármaco antidepresivo —descubierto por accidente en los años cincuenta— aumentaba la cantidad de esas sustancias químicas en circulación.
La teoría que prevalece en la actualidad, indicó Hellerstein, consiste en que el estrés crónico puede causar la pérdida de conexiones entre células del hipocampo y otras partes del cerebro, lo que podría provocar la depresión. Ahora, se cree que los antidepresivos funcionan, al menos en parte, porque ayudan al cerebro a formar nuevas conexiones entre las neuronas.
Fluoxetina, único antidepresivo con efecto sobre el apetito.
La fluoxetina, pertenece al grupo de antidepresivos de la clase de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Si bien la fluoxetina no es un supresor del apetito per se, se ha demostrado que tiene algunos efectos sobre el apetito y el peso corporal en algunas personas que lo toman.
En algunos casos, la fluoxetina puede disminuir el apetito y reducir la ingesta de alimentos, lo que puede llevar a una pérdida de peso. Sin embargo, en otros casos, puede aumentar el apetito y provocar un aumento de peso. Por lo tanto, los efectos de la fluoxetina en el apetito y el peso pueden variar según la persona y su respuesta individual al medicamento.
La fluoxetina se ha utilizado en algunos estudios para evaluar su efecto anorexígeno en personas con trastornos alimentarios como la bulimia nerviosa y el trastorno por atracón.
En general, aunque la fluoxetina ha demostrado ser efectiva en la reducción de los atracones y los vómitos en personas con bulimia nerviosa y trastorno por atracón, su uso en la anorexia nerviosa es menos claro y no hay suficientes estudios que respalden su uso como tratamiento principal para esta condición. Además, como con cualquier medicamento, es importante considerar los posibles efectos secundarios y hablar con un profesional de la salud antes de comenzar el tratamiento con fluoxetina.
Además, se ha demostrado que la fluoxetina reduce la frecuencia y gravedad de los atracones alimentarios en personas con trastornos alimentarios, lo que puede contribuir a una reducción de peso en estas personas.
En general, si está tomando fluoxetina y está preocupado por su apetito y peso, es importante hablar con su médico o profesional de la salud para discutir cualquier inquietud que tenga. También pueden ofrecer recomendaciones sobre la dieta y el ejercicio para ayudar a mantener un peso saludable mientras se toma fluoxetina.