Los medicamentos antiinflamatorios se encuentran entre los medicamentos más utilizados. Se prescriben para los dolores agudos y crónicos de cualquier índole, aunque el motivo de la prescripción más frecuente es la artropatia articular. El uso de antiinflamatorios se asocia con diversas complicaciones gastrointestinales graves entre ellas la gastritis, la úlcera gástrica y la hemorragia digestiva. Para la prevención de los efectos secundarios digestivos se usa habitualmente un inhibidor de la bomba de protones.