La operación laparoscópica, también conocida como cirugía mínimamente invasiva, es un procedimiento quirúrgico que se realiza a través de pequeñas incisiones en la piel.
En lugar de realizar una incisión grande, como en la cirugía abierta convencional, se utilizan instrumentos especiales y una cámara para realizar la cirugía con mayor precisión y menor trauma para el paciente. En campos quirúrgicos profundos la cirugía laparoscópica ofrece ventajas frente a la cirugía abierta.
En términos generales, la cirugía laparoscópica se ha convertido en el estándar de atención en la cirugía de la obesidad debido a sus beneficios en términos de reducción del dolor postoperatorio, menor tiempo de hospitalización, una recuperación más rápida y una menor tasa de complicaciones en comparación con la cirugía laparotómica.
Varias revisiones sistemáticas y metaanálisis han demostrado que la cirugía laparoscópica es segura y eficaz en la cirugía de la obesidad. Además, estos estudios han demostrado que la cirugía laparoscópica se asocia con una menor tasa de complicaciones postoperatorias, incluyendo infección de herida, trombosis venosa profunda y embolia pulmonar.
Las revisiones sistemáticas y metaanálisis han encontrado que la cirugía laparoscópica es segura y efectiva en la cirugía de la obesidad, y se asocia con una menor tasa de complicaciones, una menor pérdida de sangre y un menor tiempo de hospitalización en comparación con la cirugía laparotómica. Sin embargo, algunos estudios también han encontrado que la cirugía laparoscópica puede ser más difícil de realizar en pacientes con un índice de masa corporal (IMC) muy elevado o en pacientes con complicaciones graves de la obesidad.
En general, la literatura científica respalda el uso del abordaje laparoscópico en la cirugía de la obesidad, aunque el enfoque quirúrgico específico dependerá de la anatomía del paciente, la presencia de comorbilidades y las preferencias del paciente y del cirujano.
Sin embargo, en algunos casos, puede ser necesario un abordaje laparotómico debido a la anatomía del paciente o la presencia de complicaciones intraoperatorias.
En estos casos, la cirugía laparotómica sigue siendo una opción viable y segura y puede ser necesario un abordaje laparotómico debido a la anatomía del paciente o la presencia de complicaciones intraoperatorias.
La elección del abordaje quirúrgico en la cirugía de la obesidad depende de varios factores, como la experiencia del cirujano, la anatomía del paciente, la presencia de comorbilidades y las preferencias del paciente.
El proceso de una operación laparoscópica generalmente se divide en varias etapas:
Como cualquier procedimiento quirúrgico existe un proceso protocolizado para su realización:
- Preparación: El paciente se somete a una evaluación preoperatoria y se le puede pedir que suspenda ciertos medicamentos o alimentos antes de la cirugía. También se realizan pruebas, como análisis de sangre y electrocardiograma, para evaluar la salud general del paciente.
- Anestesia: Se administra anestesia general al paciente para asegurar que esté inconsciente y no sienta dolor durante la cirugía.
- Creación de incisiones: Se realizan varias pequeñas incisiones en la piel, generalmente de unos pocos milímetros de longitud, a través de las cuales se insertan los instrumentos quirúrgicos y la cámara laparoscópica.
- Inserción de la cámara: Se inserta una cámara laparoscópica a través de una de las incisiones para proporcionar una imagen detallada de los órganos internos.
- Operación: Se utilizan los instrumentos quirúrgicos laparoscópicos para realizar la cirugía. Los instrumentos se controlan desde el exterior a través de los mangos de los instrumentos y se introducen a través de las otras incisiones.
- La cámara laparoscópica permite al cirujano ver los órganos internos y realizar la cirugía con mayor precisión.
- Cierre de las incisiones: Una vez que se completa la cirugía, se retiran los instrumentos y se cierran las incisiones con puntos de sutura o adhesivos.
- Después de la cirugía, el paciente puede requerir un corto período de recuperación en el hospital o clínica, dependiendo de la complejidad de la operación. En general, la recuperación después de una operación laparoscópica es más rápida y menos dolorosa que después de una cirugía abierta convencional.
Con respecto a la cirugía de la obesidad, hay aspectos comunes con otras intervenciones realizadas por cirugía mínimamente invasiva, como es la suspensión de tratamientos médicos. Si se toman aspirina, antiagregantes o medicación para artritis, deberá suspender estos medicamentos 5 días antes de la cirugía.Habitualmente se sustituyen por heparina de bajo peso molecular inyectada subcutáneamente.
- Al poner fecha para la cirugía se iniciará una preparación respiratoria específica, se establecerá una dieta a seguir y se indicaran lo fármacos que deberá tomar tanto en el preoperatorio como en el postoperatorio.
- La cirugía durará entre una y dos horas, dependiendo de la técnica indicada.
- La primera noche postoperatoria, transcurre en la unidad de cuidados intensivos para controlar su postoperatorio inmediato. A las 12-24 horas será trasladado a su habitación y se iniciará la ingesta de líquidos. A las 48 horas se propondrá el alta hospitalaria, con las pautas a seguir, un teléfono de contacto y la cita para su próxima revisión.
- Los puntos se retirarán en nuestra consulta, a los 10 días de la cirugía.
El seguimiento es importante en cualquier abordaje quirúrgico.
Independientemente del abordaje quirúrgico, es fundamental un seguimiento médico y multidisciplinar posterior. No es sólo un seguimiento, es un acompañamiento en un proceso de cambios de estilo de vida a través del cambio de hábitos.
Las revisiones serán quincenales durante el primer trimestre y cada mes hasta los 18 meses a criterio del equipo de expertos de obesidad de Palma de Mallorca.
En las sucesivas vistas se realizarán los controles analíticos protocolizados, y se le darán los consejos nutricionales más adecuados a sus características, se recomendará la realización de ejercicios y cuidados de la piel.
